Brillar con luz propia... ese es tu destino, amor mío... nunca permitas que seres oscuros se entrometan en tu corazón. Cuando la oscuridad tapa por completo la luz, ya no hay nada por que luchar. Recuerda lo que te digo, Ángel mío, la luz mora en ti. Yo la veo. La veo en todos esos humanos que se me acercan buscando la redención, la veo cuando camino por las calles, cuando siento hambre. La veo luchar y morir en mis brazos cuando bebo. ¿Te imaginas lo que seria para mí darte muerte entonces? Vive de tal manera de que jamás requieras de una muerte o una desesperanza para que necesites de esa luz en quienes te rodean. Dios no permita que debas pagar semejante precio. Deja que sea yo, a cambio, quien lo pague por ti.
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